El dios de los cristianos, Dios de mi infancia, no hace el amor. Quizás es el único dios que nunca ha hecho el amor, entre todos los dioses de todas las religiones de la historia humana. Cada vez que lo pienso, siento pena por él. Y entonces le perdono que haya sido mi superpapá castigador, jefe de policía del universo, y pienso que al fin y al cabo Dios también supo ser mi amigo en aquellos viejos tiempos, cuando yo creía en Él y creía que Él creía en mí. Entonces paro la oreja, entre la caída del sol y la caída de la noche, y me parece escuchar sus melancólicas confidencias.

Eduardo Galeano.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Remedios, la bella


En realidad, Remedios, la bella, no era un ser de este mundo. Hasta muy avanzada la pubertad, Santa Sofía de la Piedad tuvo que bañarla y ponerle la ropa, y aún cuando pudo valerse por sí misma había que vigilarla para que no pintara animalitos en las paredes con una varita embadurnada de su propia caca. Llegó a los veinte años sin aprender a leer y escribir, sin servirse de los cubiertos en la mesa, paseándose desnuda por la casa, porque su naturaleza se resistía a cualquier clase de convencionalismos.

Gabriel García Márquez

jueves, 24 de diciembre de 2009




"Mi querida miss Gregory, hay muchas maneras de sinceridad y de insinceridad. Cuando, por ejemplo, da usted gracias al que le acerca el salero, ¿piensa usted en lo que dice? No. Cuando dice usted que el mundo es redondo, ¿lo piensa usted? Tampoco. No es que deje de ser verdad, pero usted no lo está pensando. A veces, sin embargo, los hombres, como su hermano hace un instante, dicen algo en que realmente están pensando, y entonces lo que dicen puede ser que sea una media, un tercio, un cuarto y hasta un décimo de verdad; Pero el caso es que dicen más de lo que piensan, a fuerza de pensar realmente lo que dicen."

-Gilbert Keith Chesterton
(el hombre que fue jueves)

miércoles, 23 de diciembre de 2009

1984





Hasta que no tengan conciencia de su fuerza, no se rebelarán, 
y hasta después de haberse rebelado, no serán conscientes. 
Éste es el problema.


-George Orwell

sábado, 19 de diciembre de 2009



Tenía los pies diminutos,
y, unos, ojos, color verde marihuana,

a los catorce fue reina del instituto,
el curso que repetí,
las del octavo derecha dijeron:
“otra que sale rana”,
cuando, en “Crónicas Marceianas”, la vieron
haciendo streap-tease.
En sus quimeras de porcelanosa
conquistaba a Al Pacino,
los de “el Rayo”… no éramos gran cosa
para su merced,
si, la chiquita de Mariquita Pérez,
tuviera un buen padrino,
los productores, que saben de mujeres,
le darían un papel.
Pezón de fresa, lengua de caramelo,
corazón de bromuro,

supervedette, puta de lujo, modelo,
estrella de culebrón,

había futuro, en las pupilas hambrientas
de los hombres maduros,
enamorarse, un poco más de la cuenta,
era una mala inversión.

Debutó de fulana de tal
en un vil melodrama,
con sus veinte minutos de fama
retiró a su mamá,
el guión le exigía, cada vez, más
escenas de cama,
todavía, por Vallecas, la llaman:
Barbi Superestar.
La noche antes de la noche de bodas
arrojó la toalla,
el novio, con un frac pasado de moda,
enviudó ante el altar,
mientras, Barbi, levitaba, en la Harley
de un chulo de playa,
que, entre el Tarot, Corto Maltés y Bob Marley,
le propuso abortar.

Al infierno se va por atajos,
jeringas, recetas.
Ayer, hecha un pingajo,
me dijo, en el “tigre” de un bar:

"¿dónde está la canción que me hiciste
cuándo eras poeta?"
“Terminaba tan triste
que nunca la pude empezar”.
Por esos labios, que sabian a puchero
de pensiones inmundas,
habría matado yo, que, cuando muero,
ya nunca es por amor.
Se masticaba, en los billares, que, el Rayo,
había bajado a segunda,
por la M-30, derrapaba el caballo
de la desilusión.
Debutó de fulana de tal
en un vil melodrama,
con sus veinte minutos de fama
retiró a su mamá,
el guión le exigía, cada vez, más
escenas de cama,
por Vallecas, ya nadie la llama:
Barbi Superestar.

jueves, 17 de diciembre de 2009

ella se desnuda en el paraíso de su memoria
ella desconoce el feroz destino de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe


Ella es su espejo incendiado, 
su espera en hogueras frías,
su elemento místico
su fornicación de nombres creciendo solos en la noche pálida.
 
Alejandra Pizarnik

miércoles, 16 de diciembre de 2009

951





951
-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. 
Han tomado parte del fondo.

Julio Cortazar…

La casa era fucsia y estaba tomada, (gracias julito…)
Éramos cuatro, reunidos en nombre de uno sólo, el ausente…
Padre Pablo, el mayor de los habitantes, intercesor de los mortales rugió invocando la presencia… y era la hora de empezar… con las cuatro presencias ausentes y la única ausencia presente.
Rodolfo tenia las manos rojas de tanto hacer política que no era política, porque la política era un martillo que construía mesas o rompía cabezas pero ahora era pincel, y el movimiento era pintura… pintura roja, de un movimiento pragmático.
Los mates fueron horribles y el pan efímero, pero Soledad esperaba la noche y la espiaba detrás de un flequillo demasiado corto que a nadie molestaba… y la noche, entregadísima, a ella esperaba ocultándose detrás de las cartas egipcias… las ruinas y otra vez la construcción, así es el tarot mi amor… como un retorno cíclico.
-Quedémonos que la noche espera bellezas…- Padre Pablo abrigaba a Minerva, la sucunsu, fiel protagonista de haiku improvisado: “gata negra, ojos amarillos, la casa sola, soooola”
Tolstoy y Lenin acudieron a la cena sin comida, Buda y Jesucristo nos habían abandonado antes de las once… Y la noche esperaba, Russell esperaba mientras Baudelaire nos citaba en un café…
Matando al futuro, enfriándonos como un té sin azúcar, y conociendo al amor como algo cada vez menos corriente. Habrían caído pequeñas flores amarillas desde el cielo, si el realismo mágico fuera lo nuestro…
En un silencio acelerado cerramos la puerta de adelante, discutida llave habría sido ella, y robamos todos los edificios, habríamos sido nosotros, o Venus… Fue la niebla.
Ya desde lejos, sueltos, quedamos cautivos en una foto nublada…
La unión había desaparecido, pero todavía la pregunta se mezclaba con la neblina y el humo… qué hacer con el floripondio… como si eso importara
¡¿Qué han hecho de nosotros?!




Georgina
Julio 2007

martes, 15 de diciembre de 2009

cuando ya me empiece a quedar solo



Tendré los ojos muy lejos
y un cigarrillo en la boca,
el pecho dentro de un hueco
y una gata medio loca.

Un escenario vacío,
un libro muerto de pena,
un dibujo destruído
y la caridad ajena.

Un televisor inútil

eléctrica compañía,
la radio a todo voulumen
y una prisión que no es mía.

Una vejez sin temores
y una vida reposada,
ventanas muy agitadas
y una cama tan inmóvil.

Y un montón de diarios apilados
y una flor cuidando mi pasado
y un rumor de voces que me gritan
y un millón de manos que me aplauden
y el fantasma tuyo, sobre todo
cuando ya me empiece a quedar solo.

domingo, 13 de diciembre de 2009

amor más poderoso que la vida



La misma calidad que el sol de tu país,
saliendo entre las nubes:
alegre y delicado matiz en unas hojas,
fulgor de un cristal, modulación
del apagado brillo de la lluvia.


La misma calidad que tu ciudad,

tu ciudad de cristal innumerable
idéntica y distinta, cambiada por el tiempo:
calles que desconozco y plaza antigua
de pájaros poblada,
la plaza en que una noche nos besamos.


La misma calidad que tu expresión,
al cabo de los años,

esta noche al mirarme:
la misma calidad que tu expresión
y la expresión herida de tus labios.


Amor que tiene calidad de vida,
amor sin exigencias de futuro,
presente del pasado,
amor más poderoso que la vida:
perdido y encontrado.
Encontrado, perdido...


Jaime Gil de Biedma

lunes, 7 de diciembre de 2009

No me he arrodillado delante de tí, sino delante de todo el sufrimiento humano




Es posible que ni siquiera exista Dios ‑replicó Raskolnikov hasta con inquina; luego se echó a reir y la miró.
Al oír aquellas palabras el rostro de Sonia se contrajo, demudado. Miró a Raskólnikov con inefable reproche, estuvo a punto de decir algo; pero antes de poder pronunciar una sola palabra prorrumpió en amargos sollozos ocultando el rostro entre las manos
Usted dice que Catalina Ivanovna está perdiendo el juicio, pero eso es lo que le ocurre a usted ‑dijo Raskolnikov tras un breve silencio.
Transcurrieron cinco minutos. Raskólnikov continuaba su ir y venir, callado y sin mirar a la muchacha. Por fin se acercó a ella con los ojos fulgurantes, le puso las manos sobre los hombros y clavó su mirada en su rostro, bañado por las lágrimas, una mirada hosca, febril y punzante; le temblaban los labios. Súbitamente se inclinó y postrándose en el suelo, le besó el pie. Espantada, Sonia se apartó de él como si se tratara de un loco. Y, en efecto tenía todo el aspecto de un loco.
‑¿Qué hace?¿Qué hace usted? ¡Arrodillándose delante de mí! ‑balbuceó muy pálida y con el corazón oprimido
Él se incorporó al instante
No me he arrodillado delante de tí, sino delante de todo el sufrimiento humano ‑Declaró con arrebato y se apartó hacia una ventana.

 Fiódor Dostoievski. Crimen y Castigo.
(Cuarta Parte, Capítulo IV)

viernes, 4 de diciembre de 2009

people whose lives were penetrated by you...





Poor girl, so unconfident about herself
but, you ought to see her
She's so funny, guy, she's always examining me meticulously
and she does the same action that I do...
copy and paste, that's what she is
but... I feel sorry about her, unhappiness is in her face
in her words, she's like... desperate.
she's such a capable girl, but, she doesn´t know it
she's always looking for plaudits,
trying to say something that seems to be intelligent, or ironic, or sexy...
she tries to do everything at the same time... but she's so confused
but the most worrying thing, she wants to become into me
but of course, she hates me.
her situation might be so uncomfotable...
whatever, someday she'll notice that I'm nobody
I'm a poor girl, I just try to live my life.
I don´t want another problem, things are cool just like that...

What about? Now tell me you about people whose lives were penetrated by you...

Georgina

mimetismo



Raskólnikov nunca haría esto... 
un día húmedo viajando el en furgón, 
es San Petersburgo amor, no me vas a convencer de lo contrario

¿no sería un futuro Napoleón el que mató a hachazos
la semana pasada a Alena Ivánovna?