Algunos dicen que debemos eliminar del poema
los remordimientos personales,
permanecer abstractos, hay cierta razón en esto, pero
¡POR DIOS!
¡Doce poemas perdidos y no tengo copias!
¡Y también te llevaste mis cuadros, los mejores!
¡Es intolerable!
¿Tratas de joderme como a los demás?
¿Por qué no te llevaste mejor mi dinero?
Usualmente lo sacan de los dormitorios y de los pantalones borrachos y enfermos
en el rincón.
La próxima vez llévate mi brazo izquierdo o un billete de 50,
pero no mis poemas.
No soy Shakespeare
pero puede ser que algún día ya no escriba más,
abstractos o de los otros.
Siempre habrá dinero y putas y borrachos
hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios,
cruzándose de piernas:
veo que he creado muchos poetas pero no mucha poesía.
1 comentario:
Georgina, la poesía es una materia tan delicada y tan especial, que cualquier acercamiento a la misma hay que tomarla con sumo cuidado. Tú lo haces en esta entrada de una manera muy personal y particular. Muy bien.
La poesía no puede estar despojada de remordimientos ni de nada que pueda ser poetizable, la poesía es vida, es la vida, y como tal, debe incluir todo lo que nos compone.
Un cordial saludo!
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