Esa madrugada tomamos agua toda la noche
Y sentíamos que nos lavábamos por dentro
Nos lavábamos en una palangana, a la sombra de un paraíso
Pero éramos cuerpos afiebrados de existir
Ya no sirve la posición del loto
Para encontrar una respuesta al sufrimiento
Sino más bien para cagarse en Buda
Y enterrar todas las respuestas y el sufrimiento con ellas
Ya no me sirve que me mires a los ojos
Cuando es mi alma la que está destruida
Y esas cosas casi nunca coinciden
Se apagan y se prenden
Y yo soy una cantidad de excusas
Éramos ciegos buscando vivir
Pero mi astigmatismo me hacía ver todo
Como un sueño mal soñado
Y respiro hondo
Y mis pulmones se llenan de flores y rayos
Y germinan espejos
Georgina
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