El dios de los cristianos, Dios de mi infancia, no hace el amor. Quizás es el único dios que nunca ha hecho el amor, entre todos los dioses de todas las religiones de la historia humana. Cada vez que lo pienso, siento pena por él. Y entonces le perdono que haya sido mi superpapá castigador, jefe de policía del universo, y pienso que al fin y al cabo Dios también supo ser mi amigo en aquellos viejos tiempos, cuando yo creía en Él y creía que Él creía en mí. Entonces paro la oreja, entre la caída del sol y la caída de la noche, y me parece escuchar sus melancólicas confidencias.

Eduardo Galeano.

sábado, 11 de julio de 2009



"No sabemos a qué obedece tu presencia, pero estás allí, amor,
totalmente desarraigada de lo que nos rodea. Estás allí sólo para que podamos amar, dispuesta nada más a que nuestros cuerpos pataleén enchuspados en el tuyo y se revuelquen por turno o a un mismo tiempo en tus entrañas dulces y jugosas. Y ya lo ves, estoy hablando de otra vez, sé que no se puede, que es imposible, pero no importa, me gusta inventar. Nada importa si total, hundimos la cabeza entre tus senos y chupamos tu pelo como si fuera apio. Adivinarnos lo que estás sintiendo tu cuerpo cuando tus rodillas nos golpean, nos maltratan en su orden de que convirtamos todo lo que te pertenece en una bella masa líquida. Y vemos nuestras caras retratadas allí donde sabes que está la palabra felicidad escrita de la forma más desconocida. Yo le tomé una fotografía y al revelarla, no había más que un relampagueé manchoso. Ni siquiera una cámara fotográfica pudo llegar a recordarla. Ella metía la mano entre mis piernas y agarraba todo, y así dormía. Repetía que sólo nos tenía a nosotros, que fuera de nosotros no existía nada, porque juntos conjurábamos a la eternidad. Nos empujaba hasta el borde de la cama. Descolgaba las piernas y nosotros, apoyados sobre la pared, nos tirábamos de cabeza por el único camino que había en el mundo. Y nos dijo que se iba a ir, y la vieja Carmen que tocaba a la puerta, para que le apuraramos. Pero nosotros jamás saldremos".

Andrés Caicedo

No hay comentarios: