El hombre es una cuerda tendida entre el animal
y el superhombre, una cuerda tendida sobre el abismo.
Llegará el tiempo en que el hombre dejará de arrojar la
flecha de su deseo más allá del hombre, y también
el día en que la cuerda de su arco no podrá ya vibrar.
Yo le digo que es preciso tener todavía caos
dentro de sí para poder dar a luz una estrella danzante.
Yo les digo que todos ustedes todavía poseen caos dentro de sí
¡Ay! llega el tiempo en que el hombre no alumbrará a ninguna estrella.
¡Ay! Viene ya el tiempo del hombre más despreciable, aquel
que es incapaz ya de despreciarse a sí mismo
La tierra se ha vuelto pequeña entonces,
y sobre ella da saltos el último hombre,
que todo lo empequeñece.
Su estirpe es indestructible, como el pulgón;
el último hombre es el que más tiempo vive.
“Nosotros hemos inventado la felicidad” –
dicen los últimos hombres, y parpadean.
"En otros tiempos todo el mundo estaba loco y deliraba"- dicen los más sutiles, y parpadean.
Hoy se es inteligente y se sabe todo lo que ha ocurrido.
Friedrich Nietzsche
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