Uno podría morirse en un instante
sin que las nubes dejaran de moverse o los peces de nadar
Se pasa la vida experimentando la necesidad de convencerse
de que su existencia tiene algún sentido
de que su ser de alguna manera participa en los acontecimientos del mundo
o en la angustia del universo
Ruega a los demás que reconozcan que existe
los obliga… los insulta…
Aprieta sus muelas, endurece sus músculos, crispa los puños, rasguña su cara
para que en el mundo real
reconozcan su existencia,
Y sin embargo, pocas veces lo logra
Y entonces sufre, le duele
Muere…
Sin que las nubes dejen de moverse o los peces de nadar
Georgina
1 comentario:
Quizá sea que nuestra existencia quede relegada a una especie de idotes sin sentido, a la que somos condenados desde el día de nuestro nacimiento.
Estamos aquí, en este presente inmediato, cautivos en la prisión de la contemporaneidad y la demancia política, solo nos permite huidas ilusorias.
Estamos llamados a la vida y deberiamos estar sujetos a la condición de LIBRES. Pero sin libertad, no hay existencia posible.
Dejamos de existir y la vida se convierte en un suceeso de hechos que transcurren sin sentido. Sorteamos nuestro principio vital de la existencia a la mera ilusión de creer que somos FELICES, cuando simplemente estamos siendo esclavos que consumen pequeñas dosis ALEGRIA.
"Felicidad y libertad; condiciones básicas para nuestra existencia"
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