El dios de los cristianos, Dios de mi infancia, no hace el amor. Quizás es el único dios que nunca ha hecho el amor, entre todos los dioses de todas las religiones de la historia humana. Cada vez que lo pienso, siento pena por él. Y entonces le perdono que haya sido mi superpapá castigador, jefe de policía del universo, y pienso que al fin y al cabo Dios también supo ser mi amigo en aquellos viejos tiempos, cuando yo creía en Él y creía que Él creía en mí. Entonces paro la oreja, entre la caída del sol y la caída de la noche, y me parece escuchar sus melancólicas confidencias.

Eduardo Galeano.

sábado, 28 de marzo de 2009


La gente de los siglos pasados no me importa nada están muertos, es su única superioridad sobre los vivos, pero en su época también ellos eran para llorar. Lo pintoresco no me agarra: mugre que apesta, ropa de cama sucia, troncos de coliflor ¡Si habrá que ser snob para pasmarse! Y siempre por todas partes es lo mismo, sea que coman papas fritas, paella o pizza, es el mismo sistema, un sucio sistema: los ricos que lo salpican a uno, los pobres que quieren su plata, los viejos que parlotean, los jóvenes que bromean, los hombres que terminan adentro de las mujeres que abren las piernas. Prefiero quedarme en mi agujero leyendo una de la serie negra aunque se hayan vuelto tan taradas.

(Murielle) Simone de Beauvior - La Mujer Rota

sábado, 21 de marzo de 2009

Mujer Rota


-Pensar que comenzamos en las cavernas, exactamente con nuestros diez dedos a nuestro servicio -continuó ensoñadoramente Manette-. Y hemos llegado adonde estamos: reconoce que es alentador.
-Es cierto que la historia de la humanidad es hermosa -dijo André- Lástima que la de los hombres sea tan triste.

Simone de Beauvoir

lunes, 16 de marzo de 2009

Lenta Máquina del Desamor


La lenta máquina del desamor,
los engranajes del reflujo,
los cuerpos que abandonan las almohadas,
las sábanas, los besos,
y de pie ante el espejo interrogándose
c a d a u n o a s í m i s m o,
ya no mirándose entre ellos,
ya no desnudos para el otro,
ya no te amo,
mi amor.


Julio Cortázar