El dios de los cristianos, Dios de mi infancia, no hace el amor. Quizás es el único dios que nunca ha hecho el amor, entre todos los dioses de todas las religiones de la historia humana. Cada vez que lo pienso, siento pena por él. Y entonces le perdono que haya sido mi superpapá castigador, jefe de policía del universo, y pienso que al fin y al cabo Dios también supo ser mi amigo en aquellos viejos tiempos, cuando yo creía en Él y creía que Él creía en mí. Entonces paro la oreja, entre la caída del sol y la caída de la noche, y me parece escuchar sus melancólicas confidencias.

Eduardo Galeano.

viernes, 15 de agosto de 2008


Tenía la sensación de caer en un agujero sin fondo y apretaba los párpados cerrados. No terminaba de descender quien sabe cuantas leguas de longitud invisible tenía su cuerpo físico, que no acababa de detener el hundimiento de su conciencia amontonada ahora en un erizamiento de desesperación. De sus párpados caían sucesivas capas de oscuridad más densa. (…) Sentía que ya no era un hombre, sino una llaga cubierta de piel…

Roberto Arlt.

Todavía quedan noches

Para esquivar la lluvia salada

Para que la cordura no nos deje carne entre las uñas…

Y caer,

Para sentir eso que se siente sólo cuando se esta cayendo…

Porque hay razones

Para hacer crecer flores en los pantanos del alma…

Aunque las heridas se pudran como frutas mordidas…

Y se coman todas las flores muertas que puedan asesinar

Roer las paredes de la luz infinita

Y perseguir las líneas azules…

Es que el tiempo es tan cruel con los solitarios…



Georgina

Febrero 2008









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