El dios de los cristianos, Dios de mi infancia, no hace el amor. Quizás es el único dios que nunca ha hecho el amor, entre todos los dioses de todas las religiones de la historia humana. Cada vez que lo pienso, siento pena por él. Y entonces le perdono que haya sido mi superpapá castigador, jefe de policía del universo, y pienso que al fin y al cabo Dios también supo ser mi amigo en aquellos viejos tiempos, cuando yo creía en Él y creía que Él creía en mí. Entonces paro la oreja, entre la caída del sol y la caída de la noche, y me parece escuchar sus melancólicas confidencias.

Eduardo Galeano.

lunes, 5 de octubre de 2009




En esta puta ciudad todo se incendia y se va,
matan a pobres corazones.
En esta sucia ciudad no hay que seguir ni parar,
ciudad de locos corazones.

No quiero salir a fumar,
no quiero salir a la calle con vos.
No quiero empezar a pensar
quién puso la yerba en ese viejo cajón.

Buen día lexotanil,
buen día señora, buen día doctor.
Maldito sea tu amor
tu inmenso reino y tu ansiado dolor.

¿Qué es lo que quieren de mí,
qué es lo que quieren saber?
No me verás arrodillado.


Dicen que ya no soy más yo,
que estoy más loco que ayer,
y matan a pobres corazones.

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