El dios de los cristianos, Dios de mi infancia, no hace el amor. Quizás es el único dios que nunca ha hecho el amor, entre todos los dioses de todas las religiones de la historia humana. Cada vez que lo pienso, siento pena por él. Y entonces le perdono que haya sido mi superpapá castigador, jefe de policía del universo, y pienso que al fin y al cabo Dios también supo ser mi amigo en aquellos viejos tiempos, cuando yo creía en Él y creía que Él creía en mí. Entonces paro la oreja, entre la caída del sol y la caída de la noche, y me parece escuchar sus melancólicas confidencias.

Eduardo Galeano.

martes, 17 de noviembre de 2009




Llueve y no me beses
Porque me destiño de tu boca
Porque te apunto con la trompa
Le erró y no me la banco.

Vengo a vela con el mal del cagón
Me tropiezo con mis piernas
Gambeteando gente
Vengo del placard de otro.

Sigue lloviendo en esta esquina
Pero esas sombras no se mojan

Por este amor de calle abajo
Volver en bondi es la que queda.

Vengo a vela con el mal de cagón
Me tropiezo con mis piernas
Gambeteando gente
Vengo del placard de otro.

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