El dios de los cristianos, Dios de mi infancia, no hace el amor. Quizás es el único dios que nunca ha hecho el amor, entre todos los dioses de todas las religiones de la historia humana. Cada vez que lo pienso, siento pena por él. Y entonces le perdono que haya sido mi superpapá castigador, jefe de policía del universo, y pienso que al fin y al cabo Dios también supo ser mi amigo en aquellos viejos tiempos, cuando yo creía en Él y creía que Él creía en mí. Entonces paro la oreja, entre la caída del sol y la caída de la noche, y me parece escuchar sus melancólicas confidencias.

Eduardo Galeano.

viernes, 27 de noviembre de 2009

primera noche, primer piso, la estufa no funcionó

 (Cadáver Exquisito, Ana - Georgina 22 de agosto del 2009)


Mentes frías, sí las hay, que crean
chistes bizarros por no llorar...
un cuerpo demasiado tibio, 
que caía por su propio peso.
Frutas rotas
y el vientre fértil, ya no da vida...
vida mía que pena, que pena
porque el tiempo se quedó a vivir
en departamento de tres ambientes,
sin yerba y sin café,
busca un palpitar que anule
sus sentidos

Y en el principio estaba el fin.
Un sufrimiento que no aprendimos a sufrir
y es que el frustrado no lo acepta
y se dedica a negar,
un arrepentemiento nunca dicho,
una vida al revés...

Humo, humito, volando no ayuda a pensar,
es solo una excusa, un tácito acuerdo,
una volutas existenciales,
hace tanta soledad que las cenizas se suicidan en un mar dulce
Cuando te querés acordar ¡vanagloriáte!
alguien superó tu poco intelecto,
                        molesto como gusanos de seda
                                     pululando en el piso de madera,
lástima que el capullo
fue sólo éxtasis de algunas horas...
Aprendiendo a desesperar... no esperar
escupiendo diablos
en la manzana de la discordia
Discurran de una vez, que no hay vida sin conciencia,
porque siempre
se calla...
Callan en silencio y es cuando gime el alma,
enterrada en su propia razón,
pues congelada en un suspiro,
sólo se obsesiona con ser lo poco de ser
que le queda.

Los versos por leer, los discos por escuchar,
los fluidos por excretar,
tragate todo, todo, toda pena, todo olor,
toda pasión, todo asco,
igual te vas a indigestar,
humores agridulces danzando
en tus intestinos, se rién de la
constante agonía y renacer de tuespíritu.

¿No queda más olvidar el cuerpo
y volar, volar, cayendo en la caverna
donde se respira aire viciado y crecen hongos
en tus fosas nasales?

Es conciencia, culpa, culpa, conciencia
y tus fosas nasales se llenan de moho,
y a tu esclavitud le crecen alas,

pero esta en África acariciando
una pantera ciega,
cuando piensa en Jamaica, 
y en Bob con los caimanes,
se da cuenta que divaga y el efecto se pasa...
y usa y abusa y acusa su libertad
qué divague,
asociación libre (la únicalibertad que le queda)
porque cuerpo es cuerpo, sólo carne,
y ya está vendido...
el placer
ya no es suyo, era prestado...

Mientras tanto recuerda, la
punta de una lengua clandestina
recorriendo el círuclo infinito de sus senos.

El contrato venció... todo volvió a su estado,
un cuerpo inerte obsesionado
con la electricidad que perdió...

Ana, Georgina

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