El dios de los cristianos, Dios de mi infancia, no hace el amor. Quizás es el único dios que nunca ha hecho el amor, entre todos los dioses de todas las religiones de la historia humana. Cada vez que lo pienso, siento pena por él. Y entonces le perdono que haya sido mi superpapá castigador, jefe de policía del universo, y pienso que al fin y al cabo Dios también supo ser mi amigo en aquellos viejos tiempos, cuando yo creía en Él y creía que Él creía en mí. Entonces paro la oreja, entre la caída del sol y la caída de la noche, y me parece escuchar sus melancólicas confidencias.

Eduardo Galeano.

jueves, 13 de noviembre de 2014

I

Y me robé tus calzones
fue sin darme cuenta
sin querer
metí tus calzones en mi cartera
sin que vos lo vieras
sin que yo lo viera
sin que tus chihuahuas lo vieran
Devolveme mis calzoncillos, nena
me dijiste
y tu voz sonó como de un hombre mayor

II

Podrías quedarte
ya que te sentís mal
(cuando me siento mal, lloro; sobre todo frente al farmacéutico)
no ir a entrenar y quedarte a comer conmigo
"Ah no,
pedime que falte al laburo
(que me pidas que falte al laburo,
te digo)
pedime que falte a la facu
(te estoy pidiendo
que me pidas que falte a la facu)
pero tela no se negocia"
te dije.

III

Y ahí lo vi
no era un misil
ni estaba en mi placar
era su inicial
en un calzoncillo
en mi cartera
cagándose de risa
de mi frase
"Por mí no te preocupes,
yo tengo todo bajo control"
Loca de mierda.

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